NOTAS




Clavijas y tomas de corriente

México

  • Voltaje: 127 V
  • Frecuencia: 60 Hz
  • Clavijas: Tipo A / B
En México el voltaje común es 127 V. La frecuencia es 60 Hz. Las clavijas y enchufes son del tipo A / B. En las imágenes siguientes pueden ver los tipos de enchufes (clavijas y tomas de corriente).

Las clavijas a utilizar En México son del tipo A / B:
Las clavijas a utilizar En México son del tipo A
Tipo A: Clavijas japoneses A se pueden utilizar en los USA pero a menudo no al revés
Las clavijas a utilizar En México son del tipo B
Tipo B: A veces válido para clavijas A
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Leer cosas sobre México en
https://www.losviajeros.com/foros/f24-Foro-Centroamerica-Mexico/t116351-Que-visitar-MEXICO-Ciudad-Excursiones.html

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Webs Cam en directo de México
https://www.youtube.com/user/webcamsdemexico

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La Venganza de Moctezuma, ¿es real? Remedios para sobrellevarla

15/06/2018
Cuenta la leyenda, que existe un mal que aflige a aquellos españoles que osan adentrarse en el Distrito Federal. Al atrapar a un güerito, el inmemorial maleficio le sume en un adelgazamiento precoz. Algunos pocos escépticos aseguran que no existe mito alguno, y achacan la delgadez a los nervios que conlleva el mudarse de país, o al estrés que exhala la convulsa capital. Sin embargo, el güerito español no lo duda. Sabe bien que es víctima de la Venganza de Moctezuma.
Durante los primeros meses de estancia en Ciudad de México es habitual oír hablar de la Maldición. Amigos, compañeros de trabajo, vecinos, todos tratan de advertir al extranjero, que decide no dar crédito a las exageradas afirmaciones y seguir degustando los placeres de la gastronomía mexicana. Y así, después de muchos tamales, y tacos al pastor, guacamole, micheladas y margaritas, caen bajo el hechizo: empiezan los retortijoneslas náuseas y los pinchazos en el abdomen, y pocos son los días en los que no se encuentran mal del estómago.
El origen de esta legendaria historia se remonta al siglo XVI, a los tiempos del último Rey Azteca, Moctezuma II. Los conquistadores españoles habían invadido Tenochtitlán, capital del Imperio, y secuestrado al Gran Moctezuma para obligarle a mediar con la población aborigen. Hastiados por los abusos de los conquistadores, escuadrones de exaltados guerreros indígenas sitiaron los alrededores del palacio de Moctezuma. Para apaciguarlos, Hernán Cortés pidió al Rey Azteca que desde un balcón informase a los suyos de que los españoles pretendían abandonar la ciudad, por lo que debía culminar la guerra. Según la versión española, recogida en los textos de Bernal Díaz del Castillo, al salir al balcón, los enfurecidos aztecas arrojaron al Gran Moctezuma tres pedradas mortales. Historia que dista, por supuesto, de los relatos mexicas, que acusan a los españoles de asesinar a su Último Rey.
Cerca de dos siglos después, un mal comenzó a extenderse en el Viejo Continente. El rostro de miles de europeos se desfiguró y la locura les invadió, muriendo por fuertes cólicos indigestos. Mientras en España se conoció la enfermedad como Mal de la Rosa, en México se atribuyó a un maleficio. El trastorno que afligía a los europeos era provocado por el maíz que los españoles exportaban desde América. Al procesarlo, estos desoyeron los consejos de los nativos mesoamericanos, impidiendo al maíz liberar la Vitamina B3, esencial para la salud humana. Esta carencia provocó la muerte de muchos españoles, asegurando los más supersticiosos que se trataba de la ansiada venganza del Gran Moctezuma contra los conquistadores.
Desde entonces y hasta hoy, los fuertes dolores intestinales que padecemos los extranjeros al llegar a Ciudad de México se achacan a la Maldición del Rey Azteca. Más allá del mito, el malestar es real, y quienes lo han superado aseguran que dura aproximadamente un año. Por suerte, existen remedios para que el día a día no se convierta en un tormento:
  • PEPTO-BISMOL: o más conocido por los mexicanos como “el frasquito rosado del que no se separan los españoles”. En efecto, en casa no puede faltar, y es que este jarabe es mano de santo. No necesita receta y se encuentra en cualquier farmacia.
  • ELECTROLITOS: para mantener tu cuerpo hidratado lo mejor es tener a mano siempre suero con sabor a uva. Y solo de uva. Es el único sabor soportable, según asegura mi jefe veracruzano, que se enorgullece de tener “panza de burro”, o lo que es lo mismo, un estómago a prueba de habaneros toreados.
  • YOGUR: los bífidos del yogur son bacterias que se encargan de reforzar la flora intestinal. Comerlo permitirá a tu estómago resistir el ataque de agentes externos.
  • DESINFECTA LA FRUTA: al lavar la fruta y la verdura es muy importante verter sobre ellas unas gotitas de estos desinfectantes, especialmente si no piensas quitarle la piel. Puedes encontrarlos en cualquier supermercado.
  • CUIDADO CON EL AGUA: además de evitar hielos y agua del grifo, recuerda pedir siempre refresco de lata. Según la intensidad del dolor, hay españoles que se lavan los dientes con agua embotellada. Aunque resulta algo exagerado, hay días en los que pensarás hacerlo.
  • DESINFÉCTATE LAS MANOS: en México es habitual ver en restaurantes, oficinas o gimnasios los desinfectantes de manos. Úsalos antes de comer y no olvides que lavarlas con agua no servirá de mucho.
Más allá de estos consejos, y aunque sea difícil de creer, los mexicanos aseguran que el mejor remedio para superar la maldición que se cierne sobre los españoles es seguir comiendo. Y así, hasta que el cuerpo se adapte a las bacterias mexiquenses. Y como a la sabiduría mexicana no hay que oponerse, entre dolor y dolor, habrá que seguir comiendo deliciosos tamales “calientitos”.
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En casa tomamos Enterogermina. Consisten en ampolletas bebibles. Cada dosis es de 2 billones de esporas de bacilus clausi. Regenera la flora, no es antibiótico y se la doy hasta al perro cuando tiene vómito o diarrea. Es como agua y estimula las defensas naturales.

Un pepto bismol de botella (porque las pastillas no sirven) para calmar el estómago y después comer cosas ligeras (caldo de pollo)

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Lomotil


PRECIOS DESDE: $20
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Tipo: Medicamento de Patente.
Fórmula: Loperamida.
Presentaciones: 2 mg.
Administración: Oral.
Venta: Sin receta.





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Lomotil Guía de Información

  • Nombres comerciales: Lomotil.
  • Nombre genérico: Loperamida.
  • Sirve para: Diarrea.

Qué es y para qué sirve Lomotil

Lomotil es un medicamento para niños mayores de 12 años y adultos para el tratamiento de la diarrea de cualquier tipo, incluyendo la que se conoce como diarrea del viajero. Sus principales usos son:
  • Para combatir la diarrea causada por diversos tipos de parásitos intestinales, bacterias y virus.
  • Diarrea del viajero, padecimiento que se presenta generalmente por falta de higiene o beber agua no potable al estar de viaje.
Es un medicamento de venta libre en México. De todas maneras se debe consultar previamente a un médico y no exceder las dosis mostradas en la etiqueta del producto.
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Compré una SIM o chip en Oxxo al dia siguiente, muy barata recuerdo y venía con minutos y datos que no duraron mucho pero me sirvieron mientras me ubiqué y luego hacia recargas en los mismos Oxxo en Mexico
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ZONAS TURÍSTICAS D.F.

Claro que las zonas mas turisticas de la ciudad son las de el Centro y alrededores que se ubican en la Delegacion Cuauhtemoc, Chapultepec, Polanco y las Lomas, que se ubican en la delegacion Miguel Hidalgo, Reforma, que se ubica en las delegaciones Cuauhtemoc y Miguel Hidalgo, la zona de la delegacion Coyoacán, Tlalpan, las tradicionales trajineras de Xochimilco, el mariachi en la plaza de Garibaldi en el Centro, etc.

No te recomiendo Xochimilco, lo considero una trampa para turistas y esta sobrevalorado, lo unico tipico son sus barcazas adornadas, el lugar esta contaminado y algo descuidado.

Como ya lo mencionaron el Zocalo de la Ciudad de Mexico esta a 2 cuadras y media y de la zona del Hampton Inn.Del Hotel hacia el Oeste todo bien hasta en la noche. Una vez que cierran los comercios ( entre las 18:00 y las 20:00 hrs y hasta las 9:00 pm no debes tener problemas. Una vez que cierran los comercios todo la actividad baja y las calles se vacian. Despues de las 21:00 hrs el trafico ya estara aceptable por lo tanto desplazarse en auto sera mas facil.

La estación del metro Zócalo queda en la plaza de la Constitución, vale la pena porque el espacio en esa zona es mas abierto y la zona del Zocalo tiene mas vigilancia. La estacion del Metro Pino Suarez queda a 4 cuadras , a casi la misma distancia pero las calles y la zona es mas cerrada.

Las estaciones Pino Suarez y Zocalo suelen estar muy concurridas en las horas pico (6:00 a 9:45 hrs y 16:00 a 20:00hrs) , Mayormente Estacion de metro Pino Suarez porque es la estación de transbordo de las lineas 1 y 2.

Las mismas precauciones que en toda ciudad grande del mundo.

Los turistas deben rellenar en el control de pasaportes un impreso llamado Forma Migratoria Múltiple. Te devolverán un resguardo que deberás presentar a la salida del país, así que procura conservarlo. (Yo lo pegué con cinta cel-lo al pasaporte)

Efectivamente ese es el papel que te comenté que debes rellenar y guardar bien ya que te lo pedirán al salir, este método se usa en muchos otros paises, en ocasiones, a nosotros no fue el caso, te pueden pedir que muestres el vuelo de vuelta a casa, ya te digo que a nosotros no nos pidieron nada, solo pasaporte y papelito, tranquilo es un mero tramite.
documentación del hotel no hay que presentar, eso sí, al llegar hay que rellenar un papel de inmigración con varios datos (número de vuelo, días, pasaporte) y uno de esos datos es el hotel donde vas a estar, simplemente es poner el nombre. Lo que no se es qué tendrás que poner al no quedarte en ningún hotel. Si tienes dudas y no quieres que te puedan poner ningún problema(que no sé si te lo pueden poner por eso) siempre puedes poner un nombre de hotel cualquiera...

Mapa de la inseguridad en México 

https://www.eldiario.es/canariasahora/viajarahora/destino_america/Mapa-de-la-inseguridad-Ciudad-de-Mexico-DF-asaltos-robos-taxis-transporte-publico-barrios-mas-peligrosos-zonas-turisticas-metro-agresiones-sexuales-violaciones_0_787771662.html

Viajar a México requiere de prestar atención. En los últimos años, este maravilloso país (de los mejores del mundo para viajar por todo lo que ofrece) se ha convertido en foco de noticieros y periódicos por hechos continuados de inseguridad que han azotado, en muchas ocasiones, a viajeros y viajeras. No te vamos a engañar. DF no es un destino seguro al 100% y tiene más problemas que otras grandes ciudades de la región. No basta con aplicar el sentido común y aguzar los sentidos por las noches y esas cosas que nos dicen siempre cuando viajamos. Hay problemas; y algunos muy jodidos. Y puedes tener un disgusto casi en cualquier lugar aunque, claro está, algunas zonas son más peligrosas que otras.


No lleves mucho efectivo encima.
Evita vestir de manera ostentosa y exhibir joyas, zapatos caros, bolsos aparatosos o gafas de sol de grandes marcas. Viste con recato.
Saca la tarjeta de crédito o débito lo menos posible. Para gastos pequeños efectivo y para grandes sumas es mejor el cheque de viaje.

Si tienes que sacar dinero usa los cajeros automáticos que se encuentran dentro de supermercados o bancos custodiados… Y sólo saca dinero de día.
TOMAR UN TAXI EN D.F.- Los secuestros expres son moneda corriente entre los usuarios de taxis ilegales en DF. Se produce en vehículos sin licencia en los que la tarjeta de Circulación no está visible. El modus operandi habitual es no poner el taxímetro y fingir que el taxi tiene una avería que obliga al conductor a parar y salir del coche; se producen a partir de las 18 horas y los días más habituales son, según el Instituto Ciudadano de Estudios Sobre la Inseguridad, los miércoles y los viernes. Para evitar problemas conviene llamar al taxi a través de la aplicación creada por el Consejo Ciudadano de Seguridad pública del DF llamada Taxi Aviso, disponible tanto para Android como para Mac . Esta aplicación no sólo permite chequear la matrícula del taxi para saber si es legal; también rastrea la ruta (para saber si se desvía del camino) y dar la alarma si pasa algo. Los usuarios de taxi en DF han creado, también, un interesante hilo en twitter sobre la seguridad en el transporte público bajo el hastag #taxiseguro en el que se alerta sobre rutas peligrosas e incidencias.
Cuatro consejos fundamentales: a la hora de tomar taxi en el aeropuerto, contratar alguno de los taxis oficiales en las cabinas habilitadas en la zona de llegadas; si se toma el taxi en el hotel dejarse aconsejar por la administración del establecimiento; si se solicita taxi por teléfono solicitar la matrícula para chequearla en Taxi Aviso; intenta pedir el taxi a través de aplicaciones contrastadas como Yaxi;Easy TaxioTaxi Beat.Uber y Cabyfy también funcionan en Ciudad de México.
AL NORTE DE LA PLAZA DEL ZÓCALO .- 
La Plaza Garibaldi y la Calle Honduras son una especie de frontera para el turista. 
Los barrios de La Lagunilla y, sobre todo, Tepito, son lugares poco recomendables si vas solo. En estos dos barrios hay importantes mercados pero ir solos es tentar a la suerte. La Lagunilla es uno de los mercados más antiguos de la ciudad, hasta el punto de llegar a tiempos anteriores a la conquista española. Es un mercado especializado en ropa al que también llega muchísima mercancía robada. Es un lugar frecuentado por carteristas y arrebatadores. Si vas evita sacar el móvil o ir con el reloj a la vista o la cartera descuidada. Tepito es un lugar inhóspito para los turistas. Por la red abundan los posts con consejos para visitar el área sin problemas (como éste ) pero nosotros te recomendamos no ir; aún menos por tu cuenta.
LA ZONA ROSA DE COLONIA JUAREZ .- Esta zona situada entre la Glorieta de los Insurgentes y el Paseo de La Reforma es uno de los lugares de moda entre los locales y los turistas. Pero también es escenario de frecuentes asaltos, mercado de narcomenudeo y hasta triste protagonista de algún hecho más grave de inseguridad. No es un lugar especialmente peligroso (es más tiene una importante oferta de restauración, hostelería y ocio nocturno) pero hay que andar con ojo.
CUATHEMOC.- Tristemente es el lugar que lidera, junto a las zonas más peligrosas de Juárez las estadísticas de asaltos y robos con violencia y de otros delitos de raíz violenta. Y es una lástima, porque es una de las zonas más turísticas y bonitas del DF. Según las estadísticas oficiales , las calles de este barrio céntrico son el lugar donde más posibilidades hay de ser asaltado. La abundacia de comercios y turistas son un verdadero imán para la delincuencia común; pero es que también es un escenario habitual de robos a establecimiento y de violaciones. Ojo: una de cada cuatro violaciones denunciadas en la ciudad se producen aquí según datos de 2017.
EL CENTRO DE LA CIUDAD .- Es una zona segura en cuanto a los grandes delitos. Durante el día, la zona histórica (dónde se concentran los grandes monumentos y museos) es un lugar seguro, concurrido y vigilado y sólo hay que tener cuidado con arrebatadores y carteristas. Los consejos son los básicos en cualquier lugar del mundo: prestar atención a las pertenencias, sacar y meter la cámara de fotos o teléfono móvil (celular) después de cada uso y hacer uso del sentido común. Las calles Francisco Madero y Donceles o lugares como El Zócalo son las preferidas de los carteristas. Ojo en los puestos callejeros; son otro de los objetivos de los ladrones. Por la noche la cosa cambia y hay que evitar los paseos solitarios más allá de las áreas transitadas ya que la zona se queda prácticamente vacía y puedes tener problemas.
CORREDOR CONDESA Y ROMA .- El Corredor Roma –La Condesa también se ha convertido en área de acción para carteristas y arrebatadores atraídos por la afluencia de turistas. Los locales aseguran que la zona se ha convertido en una especie de ciudad sin ley, pero hablar de zona sensiblemente insegura es exagerado. Hay asaltos y robos (como sucede desgraciadamente en toda la ciudad), pero sigue siendo una de las mejores opciones para el turista a la hora de escoger alojamiento. Se han producido algunos asaltos a comercios y restaurantes en los últimos años, pero no más que en otras zonas de la capital azteca, y también se han producido peleas en los locales de ocio nocturno por el control del narcomenudeo. Las principales arterias turísticas de este barrio ‘a la francesa’ son la avenida Álvaro Obregón, de este a oeste y la avenida Orizaba (norte – sur). Hay que cuidar las pertenencias e ir con sentido común.
EL BOSQUE DE CHAPULTEPEC .- En este impresionante parque se apelotonan grandes atracciones de la ciudad tales como el Museo de Antropología (para nosotros el mejor museo arqueológico del mundo), importantes zonas arqueológicas o el Castillo, sede del impresionante Museo nacional de Historia –gloriosos murales incluidos-. De día, el lugar es seguro aunque merodean arrebatadores y carteristas. El lugar es muy bonito e invita al paseo tranquilo –ir siempre por las avenidas y paseos principales y evitar las veredas estrechas u ocultas por la vegetación-. Pero por la noche es un lugar muy peligroso.
TLATELOLCO .- El principal problema que presenta visitar este importante centro arqueológico (de los más importantes de la antigua Tenochnitlán) es que hay que pasar cerca de Tepito. El barrio de Tlatelolco fue uno de los iconos de la revolución urbana latinoamericana del siglo pasado, aunque hoy est{a bastante deteriorado. Lo ideal es venir en Metro y no internarse por el barrio (y es una pena porque es una maravilla de la arquitectura racionalista) ya que son frecuentes los asaltos. Sigue por la Avenida Manuel González y accede a las zonas arqueológicas por Lázaro Cárdenas.
BARRIOS EN ROJO .- Ya te hemos hablado de los problemas que hay en Morelos, Cuathemoc, Tepito o Las Lagunillas. Estos barrios se encuentran junto a las zonas turísticas o dentro de ellas. Hay otros barrios más alejados a los que no conviene acercarse. Estos son Venustiano CarranzaGustavo A. Madero y Azcapotzalco. Otro lugar complicado es la Basílica de Guadalupe y, sobre todo, los alrededores.
LAS ZONAS MÁS SEGURAS PARA ALOJARSE .- En los últimos tiempos han aumentado los robos, pero Coyoacán sigue siendo el mejor lugar para alojarse en el DF (además de uno de los barrios más bonitos, pintorescos y atractivos desde el punto de vista cultural). El barrio de Frida está muy bien comunicado con el centro y es una auténtica delicia. Colonia Roma tampoco es mala opción para buscar alojamiento al igual que su vecina La Condesa. ¿Y qué pasa con el Centro Histórico? Hay muy buenos hoteles y es una zona segura, pero la cosa se complica un poco a la hora de salir a pasear por la noche . Si te alojas aquí, evita ir, después del atardecer, más allá de la Plaza Garibaldi y no acercarte a esa frontera norte con la conflictiva Tepito.




BARRIOS PELIGROS DE D.F.

TEPITO 
CHIMALHUACAN
EL BARRIO NORTE DE DELEGACION ALVARO OBREGON
LA SANFE           DE DELEGACION GUSTAVO A. MADERO
EL HOYO / LA JOYA EN IZTAPALAPA

QUETZAICOATIL



Cambios de divisas
El mejor tipo de cambio de te lo dan en las casas de cambio del aeropuerto "Benito Juárez", donde puedes cambiar al llegar. De hecho, los mexicanos suelen ir a cambiar allí porque el tipo de cambio es muy favorable mas cuando es una cantidad grande .

Comida mexicana
En Mexico se come muy bien en casi todas partes: enchiladas, tacos, quesadillas, guacamole, mole, huatlicoche, chilaquiles, nopales..ojo con el picante.
Bebidas: aparte del tequila (marcas de alli: Don Julio, Cazadores, 1800) y el mexcal, tienes una bebida que se llama pulque (no se embotella, si quieren la tendrán que probar alli .

Para ir a cenar un dia en DF a mi me encanta el Palacio de los Azulejos en el Zócalo. El edificio es precioso.

LA ZONA QUE MAS ME GUSTA DE MEXICO

La ruta llamada Mexico colonial del centro-norte: Querétaro, San Miguel de Allende, Guanajuato, Pátzcuaro, Morelia, Yuriria, San Luis Potosí, Zacatecas, Guadalajara. No es la ruta mas turística, pero para mi es la zona mas bonita y mas auténtica de Mexico. Un circuito precioso.


RECINTOS ARQUEOLOGICOS FAVORITOS

Teotihuacan (cerca de Mexico DF) Para mi el arqueológico más impactante de todo Mexico, mucho mas que los recintos de la "ruta Maya". Es un lugar maravilloso, impresionante. Rito obligado subir hasta el vértice de la Pirámide del Sol. Las mejores fotos del recinto (vista general de la Pirámide del Sol, Calzada de los Muertos) se toman desde la mitad para arriba de la Pirámide de la Luna.
Un apunte: no es una ciudad azteca. Fue construida por una civilización anterior de la que se sabe más bien poco y que abandonaron la ciudad después de crisis varias. Los aztecas se la encontraron ya abandonada y el nombre "Teotihuacán" no es original, se lo dieron los aztecas: "el lugar donde los hombres se convierten en dioses".

www.mexicocity.com.mx/teoti.html

Monte Alban (en Oaxaca). Construido por los zapotecas. Fue una ciudad imperial equivalente a Teotihuacan, nivelada en la cima de una montaña. El enclave es muy bonito.

www.cnca.gob.mx/cnca/i... ontea.html

www.aoaxaca.com/oa.php... al_lnk.txt


El Tajín (cerca de Veracruz) No se sabe con certeza qué pueblo construyó esta ciudad (¿totonacas?). Tiene la famosa pirámide de los nichos. A la entrada hacen el baile de los voladores.
www.cnca.gob.mx/cnca/i... tajin.html

www.veracruz.gob.mx/se... ogia_tajin

Toniná (en Chiapas) que es muy poco conocido porque lleva relativamente poco tiempo abierto al publico.
www.cnca.gob.mx/cnca/i... onina.html

www.mundochiapas.com/t... onina.html


Yo estuve el año pasado en Taxco y el teleférico costaba unos 30 o 40 pesos, no lo recuerdo, pero no era mucho. Arriba hay un hotel (Hotel Monte Taxco), con unas vistas muy bonitas. Puedes entrar tranquilamente, son muy agradables. Luego te pongo una foto que hice desde el hotel  Guiño
 Aparte de lo que te ha dicho Marusca, tienes las grutas de Cacahuamilpa a una hora de Taxco, pero con tan poco tiempo, imposible.
Hay otro mirador en lo alto, con un cristo, que puedes ir en taxi (son muy baratos) o en un pesero (más baratos aún) y eso es rápido.

El tren ligero y el metro sí cuestan lo mismo (creo, lo he cogido mil veces Riendo ) los transportes y museos, en general, son bastante baratos en México.
Donde más se te va el dinero es en bares y restaurantes. Así que si no quieres gastar mucho, tequilas poquitos 

Después de salir del museo de antropología en DF, puedes echar un ojo rápido a Chapultepec, y ganas otra mañana. Una mañana entera para el parque teniendo tan poco tiempo, no la gastaría.

 Otra opción para ahorrar algo de tiempo, es comprarte unos bocadillos en un supermercado y cosas que se te antojen, y comer en Teotihuacan (lo hice una vez). Te llevas algo de beber (sin alcohol, que no se puede beber en la calle) y cuando llegas al DF puedes seguir viendo cosas. Si vas pronto, con una mañana te llega, y te da tiempo a subir tranquilamente a las dos pirámides.

Y la mañana que te ahorras de Chapultepec, pues el día que vas a Coyoacán (si es posible sábado), puedes ir también a San Angel.
  
Y otra desde el teleférico (ya era el último viaje de vuelta al pueblo, a las 7 de la tarde si no recuerdo mal, y ya había menos luz)

 Edito otra vez: sí que cuesta lo mismo el tren ligero y el metro, porque entras con el mismo ticket (tengo la memoria peor que mi abuela de 80 años).

Otro consejo es que en Puebla y en DF te subas al Turibús, para ver el conjunto de la ciudad en poco tiempo, y luego ya vas viendo lo que te gusta. En DF cuesta unos 120 pesos si no recuerdo mal, y en Puebla no me acuerdo, creo que algo menos.
En el DF puedes subir y bajar a lo largo de todo el día. En el de Puebla, no, dura unas dos horas el recorrido.

Guanajuato es una ciudad muy fácil y agradable, ya verás.

En la zona del Mercado hay varios hoteles, todos juntitos... no sé qué presupuesto manejas ni qué tipo de alojamiento quieres, los que te digo son "de tipo medio", es decir, tranquilos y limpios.

En cuanto a qué visitar... todo! está repleto de iglesias y edificios coloniales, y hasta los subterráneos que hay para el tráfico merecen la pena.
Te recomiendo ver el atardecer desde el punto alto en que te deja el teleférico de la ciudad, es precioso.
Si vas en época lectiva, encontrarás muy buen ambiente y bastantes garitos en los que tomar una cervecita, ver un concierto, charlar con la gente.... haz como hicimos nosotros y pregunta qué bar está bien a alguien, fijo que aciertas.

Que lo disfrutes...

Guanajuato imprescindible. 
De las otras ciudades que te aconsejan, Morelia nos gustó también mucho, pero Guadalajara, considero prescindible. En todo caso, si vas, no dejes de visitar el barrio de Tlaquepaque (alójate allí si quieres y toma un bus para ir al centro).

Tampoco se te ocurra visitar en Guadalajara la Plaza de los Mariachis. Le gente de allí mismo lo desaconsejaba, afirmando que cuando ellos iban a contratar algún mariachi, iban en grupo. Parece ser que el ambiente no es muy recomendable. (Te aconseja una persona que ha viajado siempre por su cuenta por los 5 continentes). Eso si, si quieres disfrutar de mariachis en Guadalajara, te recomiendo que cenes en el restaurate Casa Bar Bariachi. Sólo te puedo decir que entramos a las 21:00 más o menos, con bastante escepticismo pensando que sería una turistada, y salimos hacia las 04:00 encantados.

Nosotros en Guanajuato comimos en un puesto en el interior del mercado, muy bien y muy barato. Y en San Miguel comimos en El Pegaso recomendados por una amiga mexicana, y la verdad es que fue todo un acierto. Las raciones son grandes, tienen unos postres deliciosos, y el lugar es curioso. Está muy cerca de la plaza central.

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lugares imprescindibles, como el Palacio nacional, con los murales de Diego Rivera, pero también fui a sitios que no conocía, típicos lugares que solo van los locales y a los que puedes ir si ya conoces bien la ciudad. Así pues, además de las típicas visitas al Zócalo, plazas Garibaldi, Santo Domingo y Tolsá, Alameda, etc., me perdí por calles y plazas menos frecuentadas. “Descubrí” la calle Bolívar, llena de tiendas de instrumentos, taquerías y mezcalerías, y muchos rincones que no conocía del centro histórico
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Los lugares que les recomiendo son:

El palacio nacional


Actualmente sirve como museo donde existen murales sobre la historia de México, creados por Siqueiros un pintor mexicano muy renombrado.

Las piramides

Ocultas en un rincon del zocalo, existen los cimientos de un par de pirámides de la cultura Maya, las cuales estan abiertas al publico, hace años que no voy, pero me parece están a un costado del palacio nacional, sin duda un "must visit" si van al Zocalo!

"Los danzantes"
La musica de tambores se escuchan a lo lejos, los inciensos recubren el ambiente, escuchas caracoles chocando y escuchas gritos armoniozos a los tambores! que es... pues los danzantes del zocalo, que representan los bailes de mis antepasados "mexicas" es una danza en la calle asi que solo bastara con ubicarlos y verlos danzar (podras encontrarlos a lo largo de la plaza del zocalo)

Un helado


Comprarse un helado y caminar, una experiencia gratificante mas si se aprecian las calles del centro que son arquitectónicamente muy ricas!.

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DATOS PRÁCTICOS:

DINERO: Nosotros en ningún momento pensamos el llevar euros, necesitaríamos demasiados para los 15 días, por lo que desde el principio decidimos sacar dinero en cajeros. Usamos DOS, el Santander y HSBC. Cada vez sacábamos 5000 pesos y nos cobraban 32 pesos de comisión, es decir, unos 2 euros. Una vez que no encontramos cajero conocido probamos en otro y nos querían cobrar 97 pesos y por supuesto que lo cancelamos, pero fue una excepción los otros 2 bancos estaban por todas partes.

LAVANDERÍA: En todo el viaje, llevamos la ropa a lavar 3 veces, una vez en el propio hotel, otra vez nos recomendaron un hotel cercano con lavandería y por última vez en Tulum en una lavandería al lado de la estación de bus. La dejabas por la mañana y la recogías por la tarde, lavado y secado, que ya no planchado… y nos costaba entre 50-75 pesos. Por ese precio no nos planteamos otra cosa.

SEGURIDAD: en ningún momento, y digo ningún momento, sentimos inseguridad, tampoco anduvimos muy tarde en las noches. Tomamos la precaución de llevar el pasaporte y el dinero con nosotros cuando no teníamos caja de seguridad en el hotel, pero no creo que hubiera pasado nada si lo hubiéramos dejado. En las playas dejábamos la mochila en la toalla y nos íbamos al agua y tampoco pasó nunca nada. Así que con este tema no hay que preocuparse tanto.

AGUA: Al principio en cada sitio que iba les interrogaba sobre el agua, y siempre me decían lo mismo, que todo se hacía con agua purificada, asi que al final dejé de hacerlo, incluso tb al final dejamos de lavarnos los dientes con agua embotellada y tampoco nos pasó nada. Y es verdad que allá por donde fueras veías unas camionetas con garrafas de agua, puesto que en todos los sitios usaban esa agua, incluso en alguna carta de restaurante te decía que todos sus productos frescos se lavaban con agua purificada. Y en la mayoría de los hoteles también tenían un surtidor de agua a disposición de los clientes (venía muy bien para rellenar la botella).

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El taxi al centro cuesta 180 pesos, está estipulado por zonas un precio, compras en una taquilla y le entregas el boleto al taxista, es forma segura de coger un taxi aunque cara para un México (unos 11 euros por algo menos de media hora).

En D.F hay miles de cosas para ver, y, si es la primera vez que vienes, sólo con mirar las multitudes de gente que se mueven por el centro ya vas a alucinar. Nosotras el domingo anduvimos por la Alameda, un parque de la época de la conquista a donde acuden muchas familias a pasear y que ha sido recientemente remodelado. Bellas Artes, edificio de la época de Porfirio Díaz, majestuoso y que debido a su peso se está hundiendo (México está construído sobre el lago de Texcoco y muchos edificios como la antigua basílica etc, muestran sus desniveles a simple vista) En Bellas Artes suele haber conciertos, espectáculos del Ballet folklólrico de México, exposiciones fotográficas, etc...merece la pena ir desde luego. Por la tarde un paseíto por la Zona Rosa, donde en los años setenta se concentraba gente bohemia, era zona chic de la ciudad, hoy está un poco abandonada pero merece la pena tomarse un cafecito por alguna cafetería del lugar, y , si es en compañía de los primos mexicanos, mucho mejor. Después, paseíto por Reforma donde se disputaba una marathon organizada por la embajada americana no sé a qué santo pero había una millonada de personas corriendo, madre mía, un ambientazo, con concierto de rock en el Angel de la independencia y todo...
El lunes era fiesta pues habían trasladado la fiesta de Benito Juárez del sábado al lunes, así que hicimos día familiar,primero visita al museo del banco de México con una exposición de pintura, comimos en Polanco y a la tarde visita a la tía.
El martes en el Registro Civil, haciendo trámites varios , y de ahí a Chapultepec, creo que es el parque más grande de América, allí va toda la gente en plan familiar, tiene zoológico, un lago donde anduvimos en lancha a pedales, un castillo de la época de Maximiliano de Austria...
Mención aparte merece la comida...aquí estás todo el día comiendo, en puestos callejeros, teparas a comer un taco, o tamales (qué ricos) cuando te cansas entras a un restaurante a comer un menú por 40 o 70 pesos, entre 3 y 5 euros, con un entrante, primero segundo postre y café...increíble, y todo riquísimo, cómo echo yo de menos las enchiladitas, los tacos al pastor, etc cuando estoy en Vitoria...
Hoy toca un poco de relax mañanero y a la tarde a ver qué plan tenemos...seguiré narrando
Ah , por cierto, la verdad es que vine un poco miedosa por venir con mi hija las dos solas, pues en todas las ocasiones anteriores habíamos venido con su padre, pero la verdad es que nos arreglamos bien, andando con sentido común y sin provocar, todo va sobre ruedas ...(cruzo los dedos)

Con solo patear ya es suficiente, estos días hemos ido a ver México desde las alturas. Primero al Monumento a la Revolución, mausoleo de cuatro presidentes que conmemora la Revolución de 1910.Se puede subir mediante un ascensor de reciente construcción y eso es lo que hicimos, quitando un cierto vértigo que tiene la menda a las alturas y que, curiosamente, en la torre Latinoamericana, rascacielos muy visitado en mi niñez, no me da...Esta torre tiene 43 pisos y por muchos años fue el edificio más alto de México y es una forma de orientarte cuando andas medio perdida por estos andurriales del mundo, miras pal cielo y es como el norte de tu brújula si tu destino final es el puritito merito centro del D.F. Allí subimos al atardecer , lo malo es que lo mismo se le ocurrió a un colegio de adolescentes acneicos que nos fastidiaron, primero, la espera a los ascensores y, una vez arriba, el no poder disfrutar de un anochecer tranquilo (bueno, en México la palabra tranquilidad no se conoce la verdad)
También es obligatorio visitar Coyoacán, pueblito dentro de México al que se puede ir en metro y donde está la casita azul de Frida Kahlo, el museo de León Trotsky y placitas donde pararte a descansar y a observar un México más pausado.
Lo demás, visitas, comidas familiares nos llenan el tiempo. Las distancias aquí son gigantes y el tiempo empleado en recorrerlas si vas por carretera, desesperante...lo mejor para viajar, el metro.
El lunes viajamos a la costa oaxaqueña, a Huatulco concretamente a tener una semanita de relax y cargar las pilas para pasar luego nuestra última semanita chilanga.

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Despues de la siesta teníamos la ilusion de conocer la Plaza Garibaldi , ya que no entra en el tour que habíamos contratado, así que ajustamos precio con un taxista de los que hay en la entrada del hotel, y nos llevó a visitar, estuvimos como una hora, aunque pena nos llovió como 20 minutos, tuvimos que esperar allí a que parara, antes de poder dar un paseito, visitamos un mercado de restaurantes, un bar antiguo muy bonito que tenía cuadros de los grandes compositores de musica, y luego en la placita las estatuas de los compositores. 
Claro que eran las 6 de la tarde, y no había mucha animacion, los mariachis empezaban a juntarse y poco más, pero como nos comentaron que esa plaza de noche podía resultar peligrosa, no quisimos arriesgar y fuimos a esa hora. 

De vuelta al hotel fuimos a tomar algo a una de las calles cercanas que estan llenas de tiendas, bares y restaurantes, y luego vuelta a la habitacion a dormir, estabamos supercansadas.  

Empezamos el viaje en el zocalo (es lo que aquí llamaríamos la plaza mayor), claro que estaba llena de gente que estaban de huelga con reivindicaciones, con carteles y estaba un poco fea así...

Hay unas estatuas de indigenas que me encantaron


Allí se encuentra la catedral metropolitana y el palacio nacional

Entramos primero al Palacio Nacional, donde se encuentran los murales de Diego Rivera, que muestran la historia de Mexico en imágenes, el guía genial explicándonos.




Después entramos en la Catedral, muy grande, estilo barroco.


De ahí nos dirigimos a una tienda de artesanías, no os asusteis , no fuimos mas que a un par de ellas en los días del viaje, aquí vino bien porque te enseñan los diferentes productos del pais, y como diferenciar productos buenos de copias chinas... (sí, allí parece que tambien han llegado las copias malas...).


De ahí fuimos al Bosque de Chapultepec, que es enooorme, esta dedicado a la cultura y el ocio, con museos, parques de atracciones, aquapark,... nos hicieron una visita panoramica, y fuimos a visitar el Museo de Antropología, que es muy grande, el tiempo disponible fue para visitar la Sala Azteca.





Sí que tenía ganas de quedarme mas tiempo a visitar otras salas, pero no hay tiempo, en un viaje de estas características hay que hacerse a la idea de que ves un poco de todo, y yendo organizado en grupo, no puedes quedarte más tiempo... en fín, me encantó la sala azteca y el guía nos la explicó muy bien, aprendimos mucho.


Sobre las 15:00 nos dejaron en el hotel, fuimos a comer cerquita y despues nos acercamos a visitar la Plaza de Madrid, que esta cerquita (saliendo del hotel hacia la derecha esta vez), allí se encuentra otra Fuente de Cibeles, nos pareció una curiosidad que teniendo cerca merecía la pena visitar.


De vuelta, chapuzon en la piscina, luego paseo y tomar algo, y vuelta a dormir. Estos días no cenamos porque como comíamos tan tarde, y la comida cae un poco pesada, a la hora de la cena no había hambre...

Empezamos visitando las ruinas de Tlatelolco, en la Plaza de las 3 culturas, era una ciudad importante, vasalla de Tenochtitlan (la ciudad de los aztecas donde ahora se encuentra el D.F), con sus ruinas construyeron una iglesia católica (estilo fortaleza) y una escuela para educar a los indígenas. 


Despues nos hemos dirigido a Teotihuacan, un gran yacimiento arqueológico, que ya era antiguo en la epoca de los aztecas, estos le pusieron su nombre (no se sabe como se llamaban los que vivian allí ni como llamaban a su ciudad), es increible de grande y edificios tan bien construidos.

Antes de llegar, hemos parado en otra tienda de artesanías, donde nos han enseñado las propiedades del maguey, la diferencia entre pulque, mezcal y tequila (con pruebas, muy rico), y más informacion sobre joyería mexicana.


Lo más impresionante en Teotihuacan es la Calzada de los muertos, la piramide del sol y de la luna. Tuvimos tiempo para subir a la piramide del Sol (la más alta), es un poco fatigosa la subida, pero merece la pena, y no se tarda mucho, la vista desde arriba es increible.




Comimos allá cerca, y vuelta al D.F, esta vez a visitar la basílica de Guadalupe, nos contaron la historia de la aparicion de la virgen al indígena Juan Diego. En los jardines hay representaciones


En cuanto a las iglesias, hay 3. 

La pequeña iglesia la primera que construyeron subida en una montañita


Otra menos antigua más grande


Y otra moderna, enorme, que es donde esta hoy en día la imagen de la virgen de Guadalupe





Antes fuimos a una tiendita y quien quiso compró figuras y recuerdos de la virgen, que luego al llegar fueron bendecidos por un sacerdote allá que estaba en la puerta rezando y bendiciendo a todos los que iban llegando.

Y de ahí al hotel, chapuzon en la piscina, paseo, tomar algo, y a dormir.

Por el camino vimos dos volcanes, Popocatepelt e Iztaccíhuatl, paramos a fotografiarlos y nos contaron su historia de amor, Popo... era un guerrero enamorado de Izta... ., cuando el fue a la guerra, ella creyó que había muerto y murió de pena, cuando Popo... regresó y se enteró que su amada estaba muerta, él tambien murió de tristeza. Ahora Popo.. es un volcan, y Izta... esta a su lado, y la llaman tambien "la mujer dormida".


Despues llegamos a Cholula, donde visitamos el templo de Sta. María Tonantzintla.




De ahí fuimos a Puebla de los Angeles, un pueblo precioso con mucho colorido y parques.





Entramos con el guía a visitar la catedral.




Despues nos fuimos a comer a un buffet que daban de comer muy rico, probamos el famoso mole poblano, buenísimo, y el sitio estaba fenomenal, había musicos en directo en la sala.

Despues tuvimos tiempo libre, como 2 horas, para seguir visitando Puebla, pasamos a ver la biblioteca, y luego entramos a la Iglesia de Santo Domingo





Dentro de la iglesia de Santo Domingo se encuentra la Capilla del Rosario, lindísima, un señor se ofreció explicarnosla (con posterior propina, la voluntad, pero merece la pena)


Despues tardamos como 4 horas de Puebla a Oaxaca, viajando a traves de valles y montañas increibles, un paisaje bellísimo.

En Oaxaca nos instalamos en el hotel Casa Conzatti

Cenamos en la plaza de al lado del hotel, y a dormir!!!

Por la mañana fuimos a visitar el yacimiento arqueológico de Monte Albán, a 10 km de Oaxaca. Allí vivieron los zapotecas. 

Es impresionante para visitar. Además había poca gente y la vimos de maravilla, era un lindo día pero el sol no estaba fuerte. 


Nos contaron que lo mismo que los Teotihuacanos eran famosos por su arquitectura, aquí los zapotecas de Monte Alban tenían grandes conocimientos médicos.

La zona del yacimiento mas visitada es la Galería de los danzantes, nos contaron que la llamaron así pensando que eran guerreros que danzaban para sus rituales, pero que tambien es probable que fueran personas con enfermedades representadas en las imágenes, hay teorías varias al respecto.




Tambien tenían el campo de juego de pelota


Y en la entrada del yacimiento un museo con piezas extraidas del yacimiento.


Despues volvimos a Oaxaca a visitar la ciudad. Paseamos por las calles con el guía, y nos acercamos al Templo de Santo Domingo que tiene una plaza delante que me encantó, llena de magueyes.


Entramos al edificio de al lado, que es el Museo de las culturas, al entrar tenemos un patio


Y luego en el primer piso se encuentra el museo, es pequeñito, tambien emiten un video sobre el descubrimiento de la tumba de Pakal en Palenque, lo empezamos a ver pero entre que era largo y la hora de comer... lo dejamos a medias Ojos que se mueven 

Desde las ventanas del museo se veía un jardín maravilloso y muy cuidado


Fuimos a comer a un restaurant en el Zocalo, y por la tarde volvimos a visitar por dentro el Templo de Santo Domingo



A la salida, una buena sorpresa, estaban preparando fiestas, con bailes, vestidos con diferentes trajes regionales, y estaba la reina del mezcal. 

Despues de ver y aplaudir un buen rato, nos dirigimos a la Basilica de la Soledad.


Tras las iglesias, nos fuimos a visitar el mercado, es un mercado de interior con monton de puestos, la zona de alimentacion me resultó anticuada, sin camaras frigorificas... , nos ofrecieron chapulines, pero no nos animamos a probar ,la chica se fue en plan "no sabeis lo que os perdeis..". La zona de flores del mercado superbonita. 

Y ya al hotel a descansar un poco para volver a salir Amistad 

Cerca encontramos un local muy animado con tres ambientes, en el primer piso, un grupo tocando canciones estilo pop, en el segundo piso, karaoke, y en el tercero, que era terraza al aire libre, tocaban musica estilo boleros, baladas... , estuvimos en el 1º y el 3º, picando algo de comer, genial!!!

Y de ahí, a dormir...

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Dado que legamos el 25 de diciembre a las 22h, cogimos un taxi SEGURO, de la compañía EXCELENCIA, en el mismo aeropuerto tienen cabina, donde pagas 200 pesos mexicanos y te llevan directamente, sin tener que renegociar con el taxista, y además te entregan un bono cuya copia se queda en la cabina del aeropuerto, para garantizar en qué vehículo viajas.

A las 9.00h y después del desayuno incluido del Hostel Juvenil Catedral en su terraza-atico, bajamos al ZOCALO, con la Catedral y el Palacio presidencial.
Visita de ambos monumentos -gratuitos- y dado qeu era navidad pudimos además PATINAR gratis en una enorme pista de hielo, en el mismísimo ZOCALO.
Los boletos eran gratuitos y además había otra pista para niños más altos para deslizarse sobre neumáticos de goma.

Visita del Centro histórico de DF. Muy concurrido y muy seguro y caminamos hasta la Plaza Garibaldi (absoluta tranquilidad y seguridad máxima), muy concurrido todo el centro.
Subimos también al mirador de la Torre Latino, eran ya las 18h y de noche, y tuvimos unas excelentes vistas de la enormeeeeeeeee ciudad.

La comida y cena la hicimos en restaurantes de la calle, muy económicos (150 pesos mexicanos para 4 menús, es decir 10 euros).
También probamos las ricas cervezas locales: INDIO, CORONA, LEÓN, DOBLE XX, que varía de unos locales a otros desd 16 a 32 pesos... leed bien las cartas de los locales y bares.
Además suelen acompañarlo de un plato de cacahuetes o tipo nachos con salsa.

Nos levantamos a las 8.30h y tras el desayunos en el Hostel Catedral tomamos el METRO (5 pesos) ojo, hay que comprar los boletos en UNA unica taquilla atendida por personas, donde se forman grandes colas.... es mejor comprar varios boletos....para futuros movimientos por la ciudad. Funciona muy bien, muy rápido y seguro.

Y desde la central de autobuses del NORTE tomamos el autobús de línea (común) a Teotihuacan, que sale cada 15 minutos. En 45 minutos estás en la entrada a las pirámides.
Curioso: suben varios vendedores de agua, bolígrafos, cascos... que tras un breve discurso te ofrecen por precios muy económicos curiosas cosas...aprovechad para comprar el agua y sombrero...muy barato!!

Tras el pago de la entrada a las pirámides (no recuerdo...) en el parking tuvimos la suerte de ver un espectáculo de DANZANTES de Puebla, los típicos que se lanzan desde un tronco girando bocaabajo. Y de allí empieza la caminata entre las espectaculares pirámides, donde destacan la del Sol y la Luna, ambas visitables.
La del Sol hasta arriba, y la otra sólo hasta media altura. En cualquier caso merece MUCHO la pena, y el conjunto es IMPRESIONABLE.
Haced la prueba de APLAUDIR Aplauso DELANTE de las pirámides pequeñas....os sorprenderá el sonido que os devuelven: el CUA CUA de un PATO!!!


Teneis cantidad de vendedores de calendarios aztecas, joyas, arcos con plumas....durante todo el conjunto monumental a muy buenos precios...que luego en DF. NO vais a encontrar a precios tan buenos...aprovechad...eso sí, negociad bien los precios....jeje

A la salida, junto a la carretera para el autobús de vuelta, que simplemente con levantar la mano PARA y os recoge de vuelta a D.F.
El tráfico es la clave para calcular la vuelta y entrada a la estación...en nuestro caso a mediodía fue tremendo...uf....más de 1hora...

Comimos en el METRO, en un puesto de TACOS: 9 TACOS 1 euro!!! un chollo !!

Breve descanso en el HOSTEL en el Zócalo, cambio de ropa, cerveza mexicana, paseo por a calle MADERO -PEATONAL y llena de tiendas y vida- nos fuimos y en TAXI que desde el propio hostel nos llamaron a ver la LUCHA LIBRE: MEXICO ARENA ESTADIO.
ojo!!!! hay varios estadios de [b]LUCHA LIBRE[/b]. Consultad bien, preguntad bien qué días y en qué estadio hay espectáculo. 
Entradas desde 140 pesos hasta 500, es decir desde 9-10 euros hasta.....
Allí mismo se venden caretas de los luchadores (venta ambulante) y por 25-30 pesos (2 euros) puedes traerte un excelente recuerdo!!
Es un espectáculo muy curioso, acuden familias enteras, con niños y mayores. La gente grita y se divierte un monton, hay mucho ruido: gritos, música....eso sí, id con chaqueta gorda...hace mucho frío, parece un congelador.
Pelean (bueno, actuan) primeron chicos, luego chicas, luego chicos con enanos...y mientras se puede comprar comida, bebida..
Es perfecto para desahogarse y reirse un monton!!! Dura unas 2-3 horas

Llamamos al mismo TAXISTA que nos llevó, eso sí, negociando el precio (y ya libres de la comisión del HOSTEL que le llamó inicialmente) y se va haciendo más económico el desplazamiento seguro vía Taxi...jeje. Tienes muchas cabinas de teléfono por el centro histórico, que con 3 pesos te permiten hacer llamadas a moviles-celulares.

Callejeo total por DF. imprescindible!!!

Además de las señaladas en el titulo de la ETAPA: calle ALHONDIGA y Emiliano Zapata.

Todo muy cerca del Zócalo central del D.F.

Sorprende la ordenación por "temas" de las calles, la calle de los muebles, la calle de las imprentas, la calle de los fontaneros.... Y NO VERAS UN TURISTA, es el autético DF.

Calle Alhondiga: DE ALUCINAR: allí está Cantina Peninsular, la cantina mas antigua de DF, que está en medio de esta calle...la calle de la belleza y la estética, donde verás desde depilaciones de cejas, hasta colorear el pelo, dar masajes...UN NO PARAR. Ambientazo total....casi no se peude caminar y puedes encontrar todos los secretos para estar más guapa o guapo....INCREIBLE y a buenos precios!!!!!!!

Hay infinidad de iglesias y plazas, así como casas Coloniales que te quitan el HIPO. No nos topamos con 4 turistas, PURO MEXICO!! y máxima tranquilidad y seguridad. 
Yo me día un masaje en la calle (un fisio ciego, por 30 pesos -2 euros-) allí mismo....en la calle!!
Hay mucha venta ambulante de todo....ropa, libros...y como no....comida!!!!! 
MEXICO auténtico, sin filtros. Muy seguro y tranquilo....eso sí....GENTIO TOTAL!!

A la noche sí... TURISTADA TOTAL en Garibaldi.... por 100 pesos (9 euros) o como mejor puedas negociar....que un grupo de mariachis - 12- canten la canción que tú quieras. Yo elegí YO SOY AQUEL VIAJERO de Luis Miguel....jejjee
Después en la misma Garibaldi tienes un montón de locales con musica en directo, con animadores....uf... hincada total en las consumiciones y OJO además te cobran la "ENTRADA" AL LOCAL Y LA UBICACIÓN de tu mesa.... ABUSIVO total !!!!!
OJO.......
La ida a Garibaldi la hicimos caminando desde el Hostel Catedral y la vuelta (ya eran las 23.50h) vía nuestro amigo el taxista de confianza. Previa negociacion telefonica...of course.60 pesos (4 euros)

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otal, que una vez pasados los trámites de aduana sin mayor problema, nos dispusimos a adentrarnos en la vorágine de la ciudad. La primera impresión del metro fue bastante desagradable: ruido, calor, paliza del viaje, gente pidiendo, gente vendiendo, preocupados por todas las historias de inseguridad que habíamos oído…
La verdad es que solamente fue la primera impresión, sin duda influenciados por el cansancio. El resto de los días que cogimos el metro (todos), sin duda ya acostumbrados a los vendedores, es como cualquier metro de otro sitio… Al final guardamos el recuerdo del metro con cariño.
El llegar al hotel (Hotel del Principado) también se nos hizo cuesta arriba. Las distancias, cargados con maletas, se alargan el doble, y con el cansancio ni te digo. Así que cuando llegamos al hotel, nos quedamos directamente ahí, ya que era de noche, en un sitio desconocido, y decidimos esperar al día siguiente a recorrer los alrededores.
Hay que decir que en el hotel se portaron estupendamente con nosotros, nos dieron indicaciones para todo, nos facilitaron el funcionamiento de la caja fuerte para dejar el dinero y pasaportes… Total, un 10 al trato del personal.

A continuación, y tras desandar el camino que hicimos el día anterior al metro, y que en esta ocasión, de día y tras haber descansado, nos pareció de risa, fuimos a la estación de autobuses para comprar los billetes de Palenque a Mérida, a Puebla y a Taxco.
Sé que fuimos a dos estaciones, pero no me acuerdo qué compramos en cada una.
Yo, entre otras cosas, es que soy un impaciente, y lo primero que quiero hacer cuando llego a los sitios, es terminar los trámites que no he podido hacer desde aquí. Así que después de todas las prisas por comprar los billetes, nos encontramos que fuimos los primeros en escoger…
Una vez resueltos todos los trámites “obligatorios” ya nos dispusimos a disfrutar la ciudad.
La primera visita es casi obligada: la plaza del Zócalo. Aquí visitamos la catedral (aún sin ser fea, nos defraudó un poquillo, quizá porque esperábamos algo más), y vimos actuaciones de gente “vestida” de manera tradicional, con las plumas, los sonajeros y todos los accesorios del “kit del buen indígena”


Luego nos dimos una vueltecilla por los alrededores, intentado dar con la entrada al palacio presidencial, ya que la plaza estaba en obras. De camino vimos la Iglesia de Santa Lucía y un museo que no nos dijo demasiado.
Finalmente encontramos la entrada. Tuvimos que enseñar los pasaportes para poder entrar. La verdad es que cuando nos plantamos ante los famosos murales de Diego Rivera nos quedamos boquiabiertos y ojipláticos por igual. Son una maravilla, alucinantes… Nos quedamos allí más de una hora contemplándolos…


Bueno, y escuchando las explicaciones del guía de un grupo que había por allí… Es lo que tiene el ir por libre, que tienes que hacer como que no prestas atención para no parecer un jeta, pero poniendo la oreja para enterarte de lo que explican…

A la salida nos dirigimos ya a ver las ruinas del Templo Mayor. Tuvimos que hacer un ratillo de cola a la solana, pero tras una media hora, entramos (51 pesos por persona). Las ruinas están bastante bien, y te haces una idea de cómo pudo haber sido. Pero lo que verdaderamente a mi me gustó fue el museo. Quizá me gustó casi más que el Museo Nacional de Antropología, que vimos luego esa misma tarde. Está más recogido, y muy bien explicado. El otro es muchísimo más grande, y después de la paliza de todo el día, y queriendo ver todo, quizá no lo disfrutas como debieras…



Total, que después de ver el museo, se nos habían hecho las cuatro de la tarde, y sin comer… así que nos fuimos al Turisbus (125 pesos por persona), que se coge en el otro extremo de la plaza del Zócalo. Allí, sobre la marcha, nos comimos unos bocatas de jamón serrano que ya llevábamos preparados, y que como todo el mundo sabe, es lo mejor para la sed y el calor…
El Turisbus creo que es una buena opción para ver las principales cosas, si no se tiene mucho tiempo, y aunque sea una turistada, en este caso creo que compensa. Nos llevaron por el edificio de Correos, la plaza Garibaldi, el paseo de la Reforma, con sus plazas, estatuas y fuentes, el parque de Chapultepec… y allí cerca nos bajamos en el Museo Nacional de Antropología.
Como ya he dicho antes, es una pasada y está muy bien organizado, pero es tan extenso que hace que, por querer verlo todo, no lo disfrutes plenamente. Aun así, ver la piedra del sol en vivo y en directo, vale la pena. Y Quetzalcoatl, y Tlaloc, y Tlaltecutli….
Así que aquí estuvimos poquito más de una hora, porque a las 6 creo recordar que cierran.


Luego fuimos a recuperar el Turisbus a la parada donde nos había dejado, para terminar de completar el recorrido…. Ja, ilusos… A esa hora es la hora punta de México, que por un lado merece la pena conocer, pero por otro te hace una gracia que no veas. Así que después de más de media hora para llegar a la siguiente parada, decidimos bajarnos, cruzarnos la calle y tomar el siguiente que viniera en dirección contraria, ya que veíamos que nos quedábamos tirados en medio de la nada… Así aprovechamos para deambular un ratillo por los alrededores del Auditorio Nacional, esperando el bus.
Ya de vuelta nos dejó en el paseo de la Reforma, tras haber recorrido la colonia Roma, muy cerquita de donde teníamos el hotel. Entramos en una especie de centro comercial, matando el rato sin saber muy bien qué hacer hasta llegar al hotel, y ya, cuando nos dirigíamos a dormir, pusimos a prueba por primera vez nuestros estómagos contra la venganza de Moctezuma, comiendo tacos en un puesto callejero.
Así acabó nuestro primer día completo en el DF.

Nuestro plan para este día era recorrer San Ángel y Coyoacán. Para ir a San Ángel fuimos a coger un metrobus. Aquí nos encontramos con la agradable sorpresa de un señor, que nos invitó al transporte. La cosa es que tienes que comprar un bono de nosecuantos tickets, y a nosotros no nos interesaba, y el hombre este, típico mejicano gordito y con bigote, pues tuvo el detalle de pagarnos el trayecto.
Una vez que llegamos allí, nos dedicamos a recorrer el barrio, callejeando sin prisa y sin destino fijo. Vimos la iglesia de San Ángel que da nombre al barrio (no tiene mucho que ver), y las casas del barrio, que son alucinantes. Vaya mansiones!!!

Y así, deambulando, acabamos en la casa-museo de Diego Rivera, que visitamos y nos gustó bastante. Sobre todo el estudio, donde hay muestras de los colores que usaba, y diversos bocetos. Un poco más tétrico nos pareció la cama en el cuarto donde murió, pero ya se sabe la relación que tienen los mejicanos con la muerte.
Después de San Ángel nos dirigimos a los viveros de Coyoacán. Estaban llenos de ardillas y de gente corriendo. 

Por fin acabamos en el barrio de Coyoacán, otro de los barrios “bohemios” (junto con San Ángel), donde se encuentra la casa de Frida Kahlo y la de Trostky (que no vimos).
Aquí nos entretuvimos en degustar unos helados en la plaza, bastante famosos y riquísimos (recomendamos especialmente probar el de Cajeta)… 

Allí al lado hay un mercadillo que está bastante bien y merece la pena echar un vistazo.
Luego nos fuimos a comer a unos puestos típicos que hay allí, al lado de la plaza, unas quesadillas... Yo creo que debíamos ser los únicos extranjeros que había allí comiendo. Había muchos puestos, muy parecidos, y era curioso porque la gente se compraba la comida en un lado, la bebida en otro… y no había problema por sentarte con comida de otro lado.
Y después de comer, un cafetito, también allí mismo, en la plaza, al lado de la iglesia.
Cuando salimos del café empezó a caer una chupa como si se hubieran abierto todos los grifos… Nos tuvimos que refugiar en una carpa, a la que acudieron todo tipo de vendedores de los que no era posible huir, por el riesgo de quedar calado hasta el tuétano.
Por fin se hizo la hora de irnos al siguiente evento importante: la clase de baile, danza tribal de Adela. Para ellos cogimos un taxi allí mismo. Por supuesto en una parada oficial. Nos dijeron el precio antes de salir. Como estábamos de acuerdo, adelante.
El DF es tan grande que el taxista no tenía mucha idea de cómo llegar. La zona estaba clara, pero luego tuvo que echar mano de un mapa que afortunadamente llevaba yo. El hombre, con toda su buena voluntad, al final nos acabó llevando, a pesar que casi ni entendía el mapa.
La sorpresa nos la llevamos al llegar al estudio de baile, pues nos dijeron que la profesora se había hecho un esguince en el pie y no iba a poder dar la clase. Así que todo desilusionados emprendimos cabizbajos el camino de regreso… Luego nos enteramos de que, dado que iba a ir Adela, hizo el esfuerzo de ir a dar la clase, pero en el estudio no lo sabían y como no tenía nuestro número de móvil sólo pudo contactar con nosotros enviándonos un correo que no vimos hasta la noche una vez llegados al hotel…
Nos acercamos a la zona del Zócalo, a recorrer las calles con tiendas de ropa actual, de esas que hay ahora en todas las ciudades debido a la globalización, joyerías especializadas en piezas de oro y bares de comida rápida no mexicana, tipo McDonalds. Una zona muy animada, y con bastantes edificios interesantes. Y de vuelta al hotel, a dormir, que al día siguiente tocaba levantarse pronto.

Después de desayunar nos dirigimos a la estación para coger (allí es tomar) el autobús que nos llevara a Teotihuacan (35 pesos la ida, y otros 35 la vuelta). Llegamos pronto a la estación, para asegurarnos que cogíamos el horario que nos interesaba. Habíamos leído bastante sobre los autobuses mejicanos, que si de lujo, de primera… Todas muy buenas críticas. Y la verdad es que se responden a la realidad en todos los casos que nosotros conocimos. Todos superlimpios, todos supercómodos… Todos, menos este, que olía a chotuno que tiraba p’atrás…
De todas formas el camino hasta llegar a las pirámides es muy cómodo, y vas viendo los barrios del DF según vas saliendo, cómo se ocupan todas las colinas, las casitas de colores… Me gustó el viaje.
Otra cosa que sorprende de los sitios turísticos, yacimientos o como lo llames, en México, es que los vendedores de artesanías, además de en las entradas/salidas, con sus tenderetes, están también dentro de los recintos.
Teotihuacan nos gustó mucho (entrada 51 pesos). El recinto tiene una entrada, pero tres o cuatro salidas. Primero vimos la zona de la pirámide de Tlaloc y Quetzalcoatl, situada de frente según entras.



La pirámide del Sol es impresionante. No en vano es la tercera más grande del mundo. Cuando estuvimos nosotros se podía subir hasta arriba, y allá que fuimos. Yo pensaba que se iba a hacer más duro, pero me pareció asequible. Está bien organizado, con un camino de subida y otro de bajada para que no haya problemas. Y las vistas desde arriba, espectaculares.


Luego, en la pirámide de la Luna, no te dejan subir hasta arriba. Está un poco peor conservada y no me extraña que no lo permitan, porque las escaleras están bastante escarpadas (aunque es una pena para intrépidos aventureros como yo). Desde allí se ve una bonita perspectiva de la Calzada de los Muertos. También vimos el templo de los Jaguares. 



Y por supuesto los puestos de artesanías. Compramos, después de mucho regatear, y subir, bajar, irse, venirse, perseguirnos, perseguirle, una figura de obsidiana dorada (en México aprendimos que hay cuatro tipos de obsidiana, dorada, plateada, negra y arcoiris, dependiendo del color que refleje al incidir sobre ella la luz) que representa cabeza de un indio que nos pareció preciosa.

El autobús de vuelta ya fue otra cosa, limpio, con un aire acondicionado que nos vino divinamente…
Al llegar al DF de nuevo anduvimos callejeando por los alrededores del Zócalo. El cielo del atardecer nos permitió disfrutar del palacio de Bellas Arte, del edificio de correos y otros bastante chulos. Cuando ya anochecía, oímos música que provenía de un bar situado primer piso, y pensando que era música en directo decidimos subir a tomar una cervecita. Música en directo ese día que era jueves, no había pero el camarero, muy amable, nos comentó que los viernes y sábados si que tocaban allí y que se podía bailar. Era un amplio salón decorado con grandes espejos y allí se estaba divinamente. Así que nos tomamos un par de cervecitas animados por buena música. ¡¡ Nuestra primeras “Coronitas” puramente mexicanas!! (aunque allí son Coronas, y cuando pides coronita te miran raro).

Y para cenar, lo que nos habían advertido de nuevo que no se nos ocurriera: tomar tacos al pastor en un puesto callejero. A mi me supieron a gloria, y afortunadamente no tuvieron consecuencias funestas.

Si el día anterior nos tocó viaje largo, este día nos toco viaje más largo: a Taxco, la ciudad de la plata (bueno, Taxco de Alarcón).
Como íbamos a salir muy pronto del hotel y no asistiríamos al desayuno, avisamos en la recepción del hotel y ellos amablemente se ofrecieron a prepararnos algo para tomar y nos lo llevaron a nuestra habitación por la noche
Después de un buen madrugón, de pegar la hebra en la estación de autobuses con un paisano, y de un viaje de alrededor de tres horas, llegamos a Taxco.
Bueno, llegamos a la parte más baja de Taxco, que se asienta sobre unas colinas. No es una ciudad llana, precisamente. Así que ala, para arriba. Una cuesta que daba miedico.
Realmente no es una ciudad muy grande, y todo lo interesante está situado alrededor de la Parroquia de Santa Prisca, así que llegamos enseguida. 


Después de un reconfortante café para reponer las fuerzas por la agotadora subida, nos lanzamos a ver lo más importante de Taxco: las tiendas de plata. Quizá sea una exageración, pero cada local es una tienda de plata. También hay algún café o restaurante, pero no recuerdo haber visto otro tipo de negocios. 



Y todos intentan que entres en el suyo. No sé la de tiendas que pudimos ver. Bueno, no solo ver. También comprar: que si para mi madre, que si para la de Adela, que si las hermanas, cuñadas, sobrinas, primas y demás familia…. Todas fueron bien surtidas con las compras. Encontramos joyas de plata muy bonitas y originales y de excelente precio.



También compramos cosas para nosotros, y algún otro regalo que no fueron de plata, sino unas máscaras bien chulas (luego las vimos más baratas más adelante, pero como vete tú a saber si las íbamos a encontrar, creo que hicimos bien en comprarlas).
Por supuesto que no todo fueron compras: visitamos la Parroquia de Santa Prisca, y alguna que otra iglesia.
La comida la hicimos en un restaurante en la plaza, justo enfrente de la famosa iglesia, en un sitio llamado La Parroquia. Este local nos lo había recomendado el señor con el que estuvimos platicando en la estación de autobuses y acertamos siguiendo su consejo. Nos dieron uno de los balconcillos que daban a la plaza, y se estaba genial. 

La comida también estuvo estupenda. El día anterior me vi obligado a elegir entre los chiles en nogada y el mole poblano, así que este día me desquité eligiendo el segundo. Adela se pidió unos crepes de cajeta que le supieron a gloria. El camarero pasó un poco de nosotros, ya que fuimos tarde a comer, pero como estábamos tan a gustito no nos importó mucho que se demorara en servirnos (realmente nos juntamos con algunos que fueron a merendar…).


Y para que no nos pasara lo del día anterior, de andar con agobios para llegar a la estación a tiempo (que aquí realmente no existe estación como tal, sino que para en una plaza), bien prontito emprendimos el camino de vuelta. Eso sí, haciendo alguna que otra parada técnica en alguna tienda que había quedado desatendida por la mañana…

Como resumen de las tres excursiones que hicimos desde el DF, yo me quedaría con la de Teotihuacan, para mi imprescindible. La siguiente elegiría la de Taxco, aunque lo que mayormente hiciéramos fuera comprar, pero es que el pueblo es muy acogedor.
Puebla no es que no me gustara, pero es más similar a lo que ya conozco, y aún gustándome, no me llamó tanto la atención.

Nuestro tiempo en el DF estaba llegando a su fin. Pero aún nos quedaban cosas por hacer.
Este día, por fin Adela iba a tener su clase de baile, un taller de danza tribal fusión con una bailarina mexicana llamada Adry Paniagua a quien había descubierto por videos de baile. Nos acercamos a uno de los innumerables barrios, que no era precisamente lo que se dice un barrio turístico. Nos tocó andar una media hora desde la parada de metro, por unas calles que daban cosica… pero claro, eso es la inseguridad de lo desconocido. Mientras Adela estaba en su clase, cuatro horas de curso, yo había quedado con Rafa, un amigo de mi hermano que estaba allí trabajando. Al pobre hombre le costó encontrar el sitio, y llegó con una sudada terrible. Mi idea original era aprovechar el rato de la clase para acercarnos a ver el famoso Estadio Azteca, donde Maradona marcó el gol con la mano en la final del mundial contra Inglaterra. Pero claro, con el retraso ya no nos dio tiempo, así que nos acercamos al parque de Chapultepec, que al ser domingo estaba muy animado. Como no encontraba la salida pregunté a unos policías turísticos que paseaban por allí. Después de hablar con ellos Rafa me dijo algo así como: pero que haces, insensato (que a mi me sonó como cuando Gandalf cae con el balrog en el puente de Moria y dice eso de: corred, insensatos!!!). Y ya me empezó a contar todos sus problemas con la corrupción de la policía, las veces que le habían parado, las mordidas y todas esas situaciones indeseables que no debieran existir.


Al terminar el agradable paseo volvimos a buscar a Adela. En esta ocasión pasamos por unas calles más animadas, con puestos de feria, de comida (donde compramos unos panecillos y unas tortas para comer) y carruseles. Así el barrio se veía con otros ojos. Adela salía encantada, pues Adry no solo es una buena bailarina y una buena profesora, también es una chiquita muy simpática y cariñosa, y además se portó, y nos acercó a la estación de metro (ahorrándonos a Rafa y a mí el cuarto paseo por la zona).

Como ya no nos quedaba mucho tiempo en el DF nos acercamos a un mercado cercano a Reforma para hacer las últimas compras. Nos gustó bastante, pero es muy turístico. Compramos un montón de cosas, después de los consiguientes regateos. Lo que más me llamó la atención, las máscaras de luchador mexicano. A mi me parecían todas iguales, pero el vendedor se sabía los nombres de los luchadores que las llevaban de memoria. El más famoso: Rey Misterio.


Y para terminar la tarde, una vuelta, casi de despedida, por el Paseo de la Reforma, para poderlo disfrutar caminando. Allí acabamos cenando y despidiendo a Rafa de vuelta, él a su hotel, y nosotros al nuestro.



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